La policía de UK usa un scanner de huellas dactilares acomodado en una cajita junto con una BlackBerry para pasarle la imágen a su base de datos ONLINE y recuperar la identidad de la persona investigada en cuestión de minutos.
Esto está bien, pero mucho mejor si le damos a los automóviles un TAG RFID (inclusive a la persona) para ni siquiera molestarla en pedirle las huellas.
Si, entiendo. Alguien podría tener el TAG de otra persona... Pero, si le vemos la cara y yo comunico ese ID del TAG y lo que veo como resultado desde la base de datos de la policía es otra cara diferente a la que veo, entonces la pena es doble.
Ideas, ideas... Todo esto nos lleva a la esclavitud, en este imbécil mundo del dinero.
